Ésta es la etapa final de la edición [PAAL] 2022-2023

Durante el 2022-2023 en Boom! Art Community comenzamos un nuevo capítulo a lanzar esta convocatoria compuesta por tres fases: - Formación - Residencia - Exhibición. Todas ellas, gratuitas.

Manual de Exploración. Comisariada por Iñigo Rodríguez Román.

La exposición Manual de exploración es el alter ego objetual y estético de [PAAL].

Sinopsis rápida y quirúrgica. Pero…

¿Qué es [PAAL]?

El Programa Acelerador de Artistas Latinoamericanos es un proyecto diseñado por Boom! Art Community, puesto en marcha desde finales de 2022, que tiene como objetivo prestar apoyo a artistas emergentes latinoamericanos residentes en la comunidad de Madrid. El programa ofrece, tras una convocatoria abierta y el consiguiente proceso de selección, herramientas gratuitas con las que profesionalizar el trabajo de unos creadores en pleno proceso de adaptación al medio, generando al mismo tiempo una comunidad en la que poder apoyarse y crecer dentro del contexto nacional del arte contemporáneo.

De este modo a lo largo de todo el 2023 los 10 artistas elegidos han podido disfrutar del acompañamiento y asesoría de profesionales del sector de reconocida solvencia. Un año en el que se llevaron a cabo talleres formativos, proyectos artísticos, presentaciones, residencias, exposiciones individuales, catálogos y la presente muestra colectiva. Un año… en el que conceptos como profesionalización, migración, resiliencia, red, creatividad, innovación, territorio, comunidad, visibilidad, frontera, arte u oportunidad han estado presentes en cada una de las actividades.

Por todo ello definir a [PAAL] como un mero programa formativo dentro del tejido artístico español sería, en mi opinión, rácano e injusto. Han sido más de diez meses en los que los artistas han podido exprimir su propio potencial acompañados en todo momento por manos expertas y el aliento de la colectividad de Boom! Art Community. En definitiva, esta primera edición de [PAAL]  se ha erigido realmente como un ejercicio de curadoría expandida, un importantísimo esfuerzo gremial que trae y deja en Madrid diálogo, conocimiento y ARTE.

 

Manual de exploración es el fin de fiesta evidente de lo todo lo entregado en este tiempo. Un alter ego verosímil y perfeccionado de lo que [PAAL]  es genuinamente.  Se trata, pues, de una exposición colectiva en la que se muestran las diferentes narrativas y discursos estéticos de los artistas participantes en la primera edición del programa, que toman sin complejos las salas de Zapadores, ciudad del arte para sorprendernos desde la multidisciplinariedad formal y la riqueza expresiva.

En esas salas disfrutaremos el trabajo de la fotógrafa argentina Alejandra Nowiczewski. Pequeños formatos fotográficos, pertenecientes a sus series Koan y Metáforas del espacio, que nos introducen en el delicado y elegante universo visual de Nowiczewski en el que la metáfora visual está siempre presente, transformando arquitecturas mediante el uso de forma, luz y texturas en memoria colectiva y emoción. Sus fotografías difuminan la frontera entre lo tangible y lo intangible donando un papel esencial al público a la hora de perfeccionar la pieza.

Y, si en Alejandra encontramos una poética sosegada y contemplativa, con Trinidad Energici abrazaremos un arte matérico y visceral, en el que la artista chilena experimenta con la combinación del medio pictórico tradicional y los materiales industriales. Energici confiere a sus piezas un potentísimo peso psicológico mediante las texturas, el color y el volumen, trasladando con eficacia la desnudez y crudeza de los procesos utilizados. La abstracción de sus piezas busca sin titubeos la identificación especular cuerpo-objeto generando un diálogo franco y directo entre público y la línea narrativa establecida por la artista.

 

La venezolana Fabiana Zapata presenta en Manual de exploración una instalación inédita en la que se concentran varios de los hilos temáticos de su trayectoria artística. Conceptos como memoria, tránsito, migración e identidad están presentes en su Fatto a mano. Una pieza en la que utiliza materiales reciclados con los que conforma un no-lugar simbólico del cual emergen objetos relacionados con la memoria e identidad de la artista. Sobre todo ello y el público se proyecta un gif animado con los pasaportes de Fabiana que refuerzan el hipertexto de la pieza.

También relacionado con el territorio se encuentran las fotografías del artista multidisciplinar mexicano Cristobal Ascencio, que para la muestra nos presenta cinco piezas pertenecientes a su serie Instant fossils. En esta serie Ascencio trabaja con el tema del paisaje y la impronta indeleble dejada por el ser humano en el mismo, creando valor simbólico mediante el uso del pixel sorting en cada pieza. La experimentación estética y discursiva a través del uso de las nuevas tecnologías es una constante en su trayectoria, construyendo una interesantísima poética partiendo del uso en sus imágenes de la manipulación de datos, la realidad virtual o la fotometría.

La brasileña Flávia Bomfim es una artista que aborda su praxis creativa tanto desde las artes visuales como desde el mundo editorial. Inquieta y multidisciplinar, su producción hila técnicas como la ilustración, la cerámica, el grabado o lo textil, desarrollando un código propio enraizado en la identidad y la memoria colectiva de Brasil. En zapadores nos acerca una instalación cerámica llamada En tierra de ciegos, el tuerto es el rey, en la que observamos con claridad el interés por la hibridación y lo rizomático de la artista brasileña.

Si Bomfim en sus procesos se deja llevar por una memoria gestual haciendo que lo intuitivo tenga un papel importante en todo el proceso, la más joven de las artistas participantes en esta edición, Josefina Bardi, desarrolla su discurso desde la más medida y pulcra conceptualización. Bardi trabaja con la relación dual cuerpo-espacio, observando el territorio y aprovechando los intersticios teóricos y físicos de dicho concepto para desarrollar valor simbólico. Su instalación Cuerpos dobles es un claro ejemplo del proceder de la artista chilena partiendo del cuerpo y sus derivas performativas, activando la pieza mediante una acción que termina generando un residuo escultórico, objeto artístico pleno de memoria y significado.

El más político de los artistas incluidos en la muestra es Rubén Ojeda Guzmán. Artista mexicano que versa sin cortapisas sobre temas que sacuden la sociedad mexicana de hoy en día. Punzante y sarcástico Rubén vuelca toda su creatividad desde lo multidisciplinar; la instalación, la pintura, el dibujo con pólvora o el videoarte le permiten concentrar metanarrativa en cada una de sus piezas, abordando temas como la migración, la violencia institucional e institucionalizada, o la precariedad. En Manual de exploración contamos con una instalación que hace dialogar dos de sus series más interesantes: papeles de humo y sus sogas led.

Y, por último, en la sala podremos recorrer una instalación producida para la exposición de la artista colombiana Vivian Yan. La pieza de Vivian mantiene la estructura de sus últimas series, trabajos realizados con resina en el que lo fotográfico y lo escultórico se entrelazan visualmente con la intención de imantar la atención del visitante hacia sus adentros. La pieza parte de lo corpóreo para plantear una estrategia de emancipación, evoluciona dislocando nuestra percepción y generando una poética entorno a la transformación del ser en energía pura.

Todos y cada uno de estos artistas son [PAAL]. Y [PAAL] es cada aprendizaje, vivencia, acción y experiencia interpersonal generada gracias a esta nueva comunidad. Colectividad nacida para estrechar lazos y generar estrategias creativas comunes, con las que crear tejido artístico gracias al talento que llega a Madrid desde Latinoamérica usando en continuo éste, nuestro, Manual de exploración

Íñigo Rodríguez Román

Comisario

Flávia Bomfim (Salvador de Bahía-Brasil, 1979) es una creadora multidisciplinar brasileña que transita con soltura la senda de la transversalidad cultural. Editora, curadora, gestora cultural y artista, Bomfim es una agitadora en el sentido más amplio de la palabra, con un discurso bien definido basado en conceptos como el mestizaje, rostridad, la producción rizomática de conocimiento o la identidad.

La Flávia Bomfim artista es una creadora sin límites a la hora de experimentar, siendo la ilustración, el grabado, la cerámica y el textil las técnicas con las que desarrolla su práctica. Esta versatilidad formal es una dinámica que extiende a su forma de entender los procesos, pues en todo momento recurre a la memoria gestual y a su propia construcción identitaria para el desarrollo y vertebración de sus trabajos. En este sentido no quiero negarme a citarla directamente: “Mi trabajo mancha el papel, imprime libros, perfora la tela, teje en el espacio, abre el cuerpo a la escucha. En este cruce entre juego, arte y encuentro, no hay defensa de lo estático ni de la imagen final, todo es un movimiento contínuo”.

Su estética formal se materializa como resultado de un constante trabajo de hibridación y búsqueda, en la que los postulados de Donna Haraway influyen de un modo esencial.  Su figuración se desarrolla de un modo orgánico e intuitivo, transformando la naturaleza y el cuerpo mediante esa aleatoriedad procedural citada anteriormente. En sus ilustraciones, textiles y cerámicas nos toparemos con un imaginario quimérico en el que las formas nos atrapan gracias a una narrativa transformadora, imaginativa y proactiva. 

 

En [Manual de exploración] disfrutamos de una nueva y maravillosa instalación cerámica compuesta por cuatro seres híbridos que responden plenamente a la poética desarrollada por Bomfim a lo largo de su trayectoria artística. Estos cuatro “visionarios” que conforman En tierra de ciegos, el tuerto es el rey se ven acompañados de un grupo de ojos siendo el ojo un motivo recurrente en los trabajos de la artista brasileña. 

Las figuras se desarrollan en el espacio de un modo orgánico, pudiendo ser confundidas con una especie de deidades animistas. Pero en realidad solo sabemos que son seres que buscan…y que esa búsqueda hace que evolucionen físicamente desarrollando extremidades y protuberancias que en si mismas son un misterio. Solo sabemos que uno de ellos finalmente encontró un ojo y al implantárselo finalmente comprendió. 

Es una pieza maravillosa en la que Flávia nos acerca sus códigos formales y expresivos mediante una estética sumamente efectista. El uso del color, las formas y las texturas acentúan el carácter orgánico y esencial que se concentra en su figuración. Y la utilización del ojo como metáfora del conocimiento o sabiduría nos introduce de pleno en esa narrativa rizomática de Flávia Bomfim.

Iñigo Rodríguez Román

Comisario

 

VivianYan (Colombia, 1976) es una artista multidisciplinar colombiana afincada en Madrid, cuya práctica artística imbrica la pintura, la fotografía y la escultura. Siendo la definición de su trabajo para su participación en [PAAL] la mejor forma de introducirla conceptualmente:

“La idea constante de materializar el vacío es el principio fundamental de mi trabajo. Hacer tangibles espacios no ocupados que son consecuencia de una sociedad cada vez más individualizada y que pierde la empatía como principio de conexión.

Dos elementos definen mi obra: el cuerpo y el espacio que habita. La interacción entre ellos me permite establecer un dialogo profundo y orgánico con distintos medios en los que no tengo miedo a experimentar.  Pintura, fotografía, performance y escultura interactúan en la búsqueda de una forma estética y narrativa propia que cuestione tanto los límites de la obra como los elementos presentes y ausentes en ella.

Desde la observación y la investigación desarrollo tanto la línea conceptual como la formal en mi trabajo. Actualmente centro mi atención en la escultura hecha con resina transparente; utilizarla como soporte fotográfico, como forma que retiene o permite el paso de la luz o como figura que se diluye en el espacio. 

Concibo el arte como un deber social, como lugar de reflexión y espejo dónde puedo entrever y a la vez materializar verdades latentes de la sociedad y sus individuos”

 

Periferia del sueño es la instalación que Vívian nos presenta en [Manual de exploración] y que asume muchas de las características de las piezas de la artista colombiana en los últimos años, tanto en lo técnico como en lo poético. Se trata de una instalación escultórica realizada en resina, que toma un torso y un rostro como punto de partida y que a través de diversos volúmenes distorsiona la perspectiva visual que tenemos de la pieza. 

Al introducirnos en la pieza el extrañamiento toma el discurso, pues la instalación se nos presentará flotando en el espacio siendo el trabajo con la luz el que guíe nuestra mirada y curiosidad. 

La pieza parte de lo corpóreo para plantear una estrategia de emancipación, evoluciona dislocando nuestra percepción y generando una poética entorno a la transformación del ser en energía pura.

Iñigo Rodríguez Román

Comisario

 

Cristóbal Ascencio (Guadalajara-México, 1988) es un artista visual mexicano que genera sus constructos narrativos mediante la experimentación y la búsqueda de los límites expresivos de la imagen gracias a las nuevas tecnologías. En sus proyectos el concepto de memoria funciona como un sólido asidero conceptual desde el cual poder definir la línea narrativa de sus trabajos, sea cual sea la naturaleza de estos. 

Ascencio toma como soporte expresivo los nuevos medios del arte, explorando desde la autorreferencia las posibilidades expresivas que se abren gracias a la realidad virtual, la fotogrametría 3d o el pixel sorting. Lo digital ofrece a Cristóbal una plétora de recursos con los que poder subvertir el código y la aproximación al arte contemporáneo, herramientas que utiliza con inteligencia para elaborar una nueva capa simbólica que subyace desde su propia especificidad tecnológica. 

 

Un ejemplo de ello son las cuatro fotografías que incluyo dentro del discurso de [Manual de exploración] pertenecientes a su “Instant Fossils”. Una serie que aborda un tema clásico como es el del paisaje desde un punto de vista disruptivo, dislocando la idea romántica de éste para señalar la realidad post natural de nuestro tiempo. Las imágenes tomadas en el desierto de la Baja California son intervenidas por Cristobal mediante pixel sorting para señalar lo evidente, la constante e indeleble huella que la actividad humana deja sobre el territorio. 

Es muy interesante como Ascencio juega con la asunción por parte del público de los códigos de estos nuevos soportes. Pues cuando abordamos sus imágenes ya no identificamos esos píxeles elongados como corrupción del código, sino como resignificación del mismo metamorfoseando el objeto en conceptos como son memoria o tiempo.

Iñigo Rodríguez Román

Comisario

Rubén Ojeda Guzmán (Oaxaca-México, 1991) es un creador multidisciplinar mexicano afincado en Madrid, y cuya trayectoria en los últimos tres años lo ha situado como uno de los artistas latinoamericanos de mayor proyección dentro del panorama del arte contemporáneo español.

Discursivamente Ojeda mantiene desde sus proyectos mexicanos una línea conceptual muy definida entorno a una narrativa de resistencia artística e identitaria. En sus proyectos aborda la autorreferencia con una enorme naturalidad, sabiendo que esta naturalidad lo vincula directamente con lo político y una siempre explícita poética de denuncia. 

Por lo tanto, sus trabajos pivotan sobre temas como la migración, la violencia institucionalizada (no improvisada), las imposiciones físicas y psicológicas interpuestas por el sistema capitalista o la precariedad. Pero si ya de por si el peso político de su obra es lo suficientemente estimulante, cabe resaltar el uso que Rubén hace del soporte y el código para introducir subtexto a cada una de sus propuestas. El artista juega y experimenta adueñándose de una contemporaneidad semántica fulgurante, que en todo momento es salpica de ironía y sarcasmo por Ojeda.

De este modo si repasamos parte de su producción podemos identificar recursos expresivos y visuales, que por reconocibles no dejan de estar magníficamente implementados en sus piezas. Un ejemplo claro de ello es su videoarte Coup de grâce en el que abraza la estética de un videojuego o de las películas de Tarantino para llevar a cabo un simulacro de muerte del arte. O, la utilización de la pólvora en muchas de sus instalaciones que aportan meta narrativa a las mismas, reforzando una máxima del artista oaxaqueño: el arte es el campo de batalla.

Para [Manual de exploración] he querido hacer dialogar a modo de Site Specific dos de las series con un trasfondo político más potente de su producción. Por una parte, he seleccionado un conjunto de piezas pertenecientes a su serie Papeles de humo, y por otra se incluye una de sus sogas realizadas con cinta led. 

El juego es obvio pero eficaz, los eslóganes escritos con humo de sus papeles nos trasladan las promesas e ilusiones que convierten a miles de individuos en espaldas mojadas año tras año. Unos papeles que evolucionan en el espacio transmutándose y señalando la realidad que la mayoría de estos “dreamers” terminan por afrontar al otro lado de la frontera. El humo de la técnica utilizada apunta…

El elemento central de la instalación será una soga led que se ilumina desde el centro de la instalación. Que incitará al público a penetrar dentro de la pieza, a girar a su alrededor y relacionarla con los papeles, metamorfoseado en una polilla que participa de una migración simbólica ajena

Iñigo Rodríguez Román

Comisario

Alejandra Nowiczewski (Buenos Aires-Argentina, 1963) es una fotógrafa argentina afincada en Madrid, que a lo largo de su trayectoria se ha afanado por desarrollar una fotografía elegante y sosegada, comprometida a partes iguales con la pulcritud en lo formal y con la metáfora visual en lo simbólico.

Con una sólida formación en el campo de la traducción, Alejandra plantea sus series fotográficas como una reinterpretación visual y metafórica de procesos, conceptos o textos esenciales en el día a día de cada uno de nosotros. De tal manera que su discurso artístico aborda a un tiempo temas de profundo calado social y ecológico, así como narrativas más ligeras que ficcionan con el puro ejercicio estético en su fotografía. 

 

Para [Manual de exploración] hemos incluido varias obras de su serie “Metáforas del espacio” y una pieza de su serie “Koan”. Con ello he querido jugar también con la metáfora al incluir Siguiendo el aroma de las flores como un elemento introductorio y vertebrador, pues la pieza nos muestra un diente de león a punto de diseminar sus frutos, fragmentándose. Esa fragmentación tiene continuidad en la dispersión espacial que busco con el montaje de las piezas pertenecientes a “Metáforas del espacio” y con la propia poética visual de esta serie.

La fotografía de “Metáforas del espacio” se caracteriza por la abstracción geométrica y por un inteligentísimo uso de la luz que confiere cadencia narrativa a toda la serie. Es gracias a ella que se genera movimiento,  volumen y  textura en cada estampa, y de la incidencia de esta o de su total opacidad surge el misterio y la fantasía que la propia artista nos indica en el título de cada pieza. 

En definitiva, la fotografía de Alejandra nos invita a visitarla con calma, a abordarla reflexivamente y a perdernos en sus formas y ritmos. Son improntas que llaman a un imaginario fantástico colectivo, que a un tiempo tienen la capacidad de conectar con nuestra cognitio individual para alimentar nuestra fantasía o espiritualidad. Son ejercicios abstractos de belleza que trascienden el mero ejercicio contemplativo gracias a una memoria plural, universal.

Iñigo Rodríguez Román

Comisario

Trini Energici (Santiago-Chile, 1982) es una artista visual chilena que reside en Madrid desde el año 2018 y cuyo medio artístico preponderante es la pintura. Una praxis pictórica, con una fuerte componente neoexpresionista, en la que la importancia de lo experimental está presente en cada momento y en la que el proceso articula las capas expresivas de todas sus obras. Energici se desarrolla profesionalmente en el sector del diseño industrial, en el que trabajó durante más de 10 años. Una desinencia profesional que deja poso en su tránsito hacia las artes visuales, pues la experimentación con los materiales supone la dovela central del arco expresivo de cada una de sus piezas. Podemos definir su arte como sensorial pues es desde el volumen, la textura y el color que la artista chilena pretende transmitir y emocionar. Todo se trabaja desde los materiales, desde sus propiedades físicas y simbólicas, dando a estes y al proceso un valor de significante preponderantes tanto en lo creativo como en lo interpretativo. Por lo tanto, su narrativa se vertebra en gran medida mediante la pintura acrílica, el poliuretano expandido, el acetato de polivinilo o el mismo carbón, y mediante las condiciones procedurales impuestas por la propia artista. Trinidad pretende de esta forma la identificación entre pieza y público desarrollando e hibridando conceptos como #cuerpo #trauma #herida #memoria #grieta #resistencia #dolor #cicatriz o #tensión. Diseñando estrategias de ida y vuelta entre obra y espectador, directas y empáticas. En la presente exposición he querido mostrar las diferentes aristas conceptuales del trabajo Trinidad pivotando entre diferentes series dentro de su producción, hilando todas ellas y evidenciando lo compacto de su discurso visual y conceptual. Un ejemplo de ello es el diálogo generado mediante las piezas pertenecientes a sus series Desgarros y Cicatrización. Obras viscerales en su planteamiento que filian a la perfección con el discurso establecido por la artista, con el que pretende ahondar en procesos psicológicos profundos como la pérdida y la ruptura, o la curación y la superación. Observando esta dicotomía en las piezas de ambas series observamos la importancia de los materiales, el color y el gesto en los procesos de construcción de significado de la artista chilena. La resultante es un arte sensorial, directo y honesto. Iñigo Rodríguez Román Comisario

«Fabiana Zapata (Porlamar-Venezuela, 1979) es una artista visual venezolana que hace del concepto de traslación la piedra angular de su práctica artística. Un transitar que aborda desde diferentes puntos de vista y diferentes técnicas, evidenciando la riqueza narrativa y objetual de su trabajo.

El arte de Fabiana transita… explora, investiga y experimenta, siendo las paradas conceptuales de ese desplazamiento la migración, la memoria del caminar, el territorio, la herencia identitaria resultante del traslado, las relaciones de poder surgidas del hecho migratorio o la arquitectura como constructo cultural. Todo ello se perfecciona mediante el objeto artístico, y es aquí donde encontramos una Zapata resolutiva en los procesos, capaz de trasladar toda esta investigación y pensamiento a la forma mediante una creatividad y variedad técnica desbordante.

El grueso de su producción artística se concentra entorno al collage, al ensamblaje de objetos reciclados, la creación de libros de artista, la instalación y el videoarte. En sus piezas la memoria siempre está presente de un modo u otro, infiriendo significado a unos trabajos que se construyen mediante una autoimpuesta cadencia por lo analógico y los procesos tradicionales de creación. Ese hacer con las manos forma parte esencial de ese proceso de transmutación desde la autorreferencia al arte.

 

En [Manual de exploración] Fabiana nos presenta una instalación inédita en la que desde su propio nombre se incide en esta forma de entender el proceso artístico. Fatto a mano es una instalación en madera en la que la artista venezolana explora el concepto del “quehacer” en relación con la identidad y la memoria del tránsito.

Se trata de una pieza con una marcadísima huella autorreferencial, que se desarrolla a modo de cadáver exquisito conectando diferentes experiencias y lugares que marcaron el propio devenir vital y migratorio de la artista. La pieza “camina” entre el patio familiar de la artista en Venezuela, que su abuelo utilizaba como taller de carpintería, pasando por la ciudad de Guadalupe donde realizó su tesina y toma contacto con maestros artesanos de la madera, hasta llegar a la parada actual de su proceso que es su taller-no taller en Madrid.

La pieza emerge en el espacio imbricando cada uno de estos territorios físicos y emocionales. Y lo hace dialogando con su propio camino de creación al hacer cohabitar los objetos artísticos “acabados” con los trozos de madera residuales a los cuales la artista otorga un protagonismo inesperado. 

Toda esta composición se ve acompañada por la proyección en bucle sobre el público de los pasaportes de Fabiana. Dando lugar a una meta narrativa que busca la identificación del espectador con el hecho migratorio, llamando a la memoria individual y a nuestras experiencias de tránsito para hacernos empatizar con la pieza.«

Iñigo Rodríguez Román

Comisario

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