En el mundo de hiperaceleración y superproducción en el que vivimos, nuestras facultades sensitivas se ven afectadas por la constante exposición a estímulos. Gran parte de nuestras acciones están enfocadas en obtener una satisfacción instantánea, sacrificando la conexión emocional y sensorial en favor de una inmediatez superficial. Ya no dedicamos tiempo a contemplar; simplemente miramos, así como no tenemos la atención suficiente para sentir, sino tan solo para razonar.
“Punzadas del ser” se trata de una muestra colectiva que reúne la obra de ocho artistas seleccionados a través de la convocatoria “Clausura de año”, entre los que se encuentran Melina Aiello, Genaro Bastardo, Manuel Cuevas, Rou Díaz Acosta, María José Fernández González, Margarita Lozano Guerrero, Jesús Salazar Cabrera y Benito Luisa. Cada uno de ellos presenta una visión única y profunda que, aunque diversa en técnica y enfoque, se unen en un mismo propósito: provocar en el espectador una experiencia íntima y significativa, haciendo de la obra un espacio habitable.
Este objetivo se relaciona con el concepto de Punctum de Roland Barthes, esa cualidad en una obra que va más allá de lo evidente y provoca un “pinchazo” emocional, una reacción personal que varía según el espectador. En la presente exposición, cada pieza busca ese punctum: un detalle o rasgo inesperado que conecta profundamente con quienes observan, transformando la experiencia de mirar en una respuesta única y personal.
Inspirada en la crítica de Susan Sontag Contra la interpretación, esta exhibición propone devolver al arte su carácter emotivo y vivencial, invitando al espectador a desprenderse de la necesidad de una interpretación intelectualizada y a revalorizar la experiencia sensorial en el encuentro artístico. La materialidad de las obras seleccionadas juega un papel fundamental en la forma que el espectador reacciona; la variedad de formatos y materiales presentes en la muestra nos sumerge en un mundo sensible y visceral del arte, invitándonos a experimentar conexiones emocionales y profundas con cada pieza.
Melina Aiello y Margarita Lozano utilizan lo textil como medio para abordar las vivencias entrelazadas y reconfiguradas que surgen en los procesos de migración. María José Fernández, también desde el tejido, parte de su mundo interior para comunicarse a través de su obra. Por su parte, Rou Díaz recurre a la fotografía para impactar con un mensaje directo, dejando de lado la sobreintelectualización en la interpretación. Con un enfoque igualmente efímero, Genaro Bastardo crea sus piezas priorizando lo sensorial sobre lo material por medio de la exploración de las conexiones entre el ser humano y la naturaleza. De manera similar, Jesús Salazar convierte nuestras relaciones con el entorno natural en experiencias visuales y geológicas. Manuel Cuevas reflexiona sobre la influencia del entorno socio-político en nuestras vidas, mientras que la pieza de Benito Luisa indaga el diálogo íntimo entre el ser humano y su consciencia.
En definitiva, “Punzadas del ser” promueve un contacto directo con las diversas obras como antídoto a la sobreestimulación contemporánea, transformando el acto de mirar en uno de contemplación. Cada pieza presentada ofrece la oportunidad de que la carga emocional de cada espectador se proyecte, convirtiendo el encuentro en una experiencia estética profunda que invita a redescubrir la conexión sensorial que está desapareciendo dentro de un mundo acelerado.