La metáfora visual de La cara oculta marca el preámbulo y punto de partida presente en esta exposición dispuesta a abarcar la perspectiva contemporánea de la identidad. A lo largo de las diferentes obras, que invitan a observar como la identidad toma consciencia de sí misma y se manifiesta, ante todo, a través de la corporalidad, planteando una visión del diálogo comprendido entre el interior -emociones e identidad- y el exterior -entorno y paisaje-.
Los artistas plásticos Alejandro Pantin y Melchor Balsera, a lo largo de esta exposición dual, exploran diferentes conceptos que orbitan esta identidad contemporánea en su obra. Uniendo conceptos como el paisajismo del cuerpo o el retrato-paisaje, mostrándonos como la identidad a través del cuerpo puede llegar a cartografiarse como si de un mapa se tratase. Llegando el cuerpo a superar su forma física para adentrarse en su historia, emociones, y la interacción con el mundo para dar lugar a un cuerpo que deja de ser un objeto aislado y se convierte en un lugar, un espacio habitado.
Alejandro Pantin (Caracas, 1990) como escultor, considera los materiales cotidianos un vehículo de transformación y construcción de su propio arquetipo de realidad corpórea, reutilizando materiales descartados para reinterpretarlos desde una perspectiva contemporánea. Fascinado por el soporte y la estética que los libros obsoletos representan para él, profundiza en ellos como si de un método arqueológico se tratase. Extrae de ellos construcciones realizadas como una visión topográfica de un territorio, construye cuerpos a través de la planimetría de este, produciendo un doble movimiento en su obra -construir el cuerpo y revelar la huella- dando importancia no solo al cuerpo extraído, sino también a la huella que este deja en el material, creando una conexión entre cuerpo y territorio, estando presente en ambas partes el registro de esta interacción. A esto se suma la espontaneidad que consigue una vez finalizada la pieza en cuanto a colores, patrones y palabras entre capas, las cuales dan una profundidad contemplativa única a cada pieza.
Melchor Balsera (Badajoz, 1974) manifiesta a través de sus pinturas escultóricas la representación de la esencia presente en su visión de identidad. En sus retratos y paisajes da lugar a una arqueología visual, mediante la cual el artista filtra la realidad a través del paso del tiempo sobre ella, depurando la identidad mediante líneas y estructuras simbólicas, dejando atrás los detalles superficiales. Para ello, Melchor se apoya en el material de la malla de fibra de vidrio, el cual le permite construir a través de planos traslúcidos superpuestos, creando una sensación única de abstracción, profundidad y complejidad visual. Esta complejidad se ve alterada dependiendo de la incisión de la luz en cada pieza, reforzando la idea de que la identidad no es estática. Las obras presentan retratos-paisaje brumosos, deformados e inalcanzables, que sugieren que hay algo más allá de lo que el ojo puede ver, conectando con la hipótesis de Balsera de que tanto el retrato como el paisaje se rigen por la proyección de los sentimientos y deseos del artista o del observador.
Alejandro Pantin y Melchor Balsera, saben ver más allá de la superficie y adentrarse en la cara oculta presente en la realidad, buscando conseguir su propia representación fidedigna de esta. Con la exposición La cara oculta ponemos de manifiesto la necesidad de alejarse de los arquetipos canónicos, para construir un lenguaje propio. Un lenguaje que se plasma en este viaje cruzado entre ambos artistas, entre sus soportes y técnicas, entre la figuración y la abstracción, dando lugar a paisajes y rostros que ponen en valor su búsqueda y experimentación por representar y contemplar la identidad.
Eva Pintiado.
Comisaria Invitada.
Alejandro Pantin Gil (Caracas, 1990), desde su infancia en Venezuela, recuerda desarrollar su creatividad y curiosidad arquitectónica y escultórica a través de juegos de bloques y otras pequeñas construcciones a modo de juego, inquietudes que le ha acompañado hasta hoy. Tras estudiar arquitectura, compaginó su carrera como arquitecto con la creación de estas esculturas desde 2015 con libros obsoletos rescatados. Alejandro da forma a sus esculturas imitando la técnica del perfil topográfico utilizada en arquitectura para representar el relieve del terreno, diseñando las formas de sus piezas como un mapa de curvas de nivel, cortando transversalmente los libros hasta transformarlos en figuras. En 2018 tras sus primeras investigaciones escultóricas con esta técnica, Alejandro llega a Barcelona donde estudia un máster de gerencia y diseño en La Salle y comienza a liberar sus creaciones del propio libro que las esconde. Comenzó exponiendo su obra en la ciudad de Barcelona (The Perpetual Lab – 2021) y Mykonos (Minima Gallery – 2022) para llegar en 2023 al Brighton Festival (Encounters Gallery). De ahí pasa a Madrid con su primera exposición individual “Leer entre Líneas” tras su éxito en la edición 58 del Premio Reina Sofía 2023 que pudo verse en la Casa de Vacas. Alejandro es seleccionado par a participar en el Programa Emergen de Boom Art Community para la profesionalización, impulso y promoción de jóvenes creadores, siendo propuesto para la Programación Cultural de RE/MAX ARTE por el arte y la sostenibilidad, siendo este el VI ciclo expositivo (2023). Actualmente Alejandro ha sido seleccionado nuevamente para la edición 59 del premio Reina Sofia 2024, para el programa acelerador de artistas latinoamericanos de Boom Art Community (PAAL), para el Salón de Jóvenes con FIA (feria iberoamericana de arte).
Como escultor, mi trabajo se centra en transformar libros descartados, aquellos cuya información resulta obsoleta, en piezas de arte únicas. A través del reciclaje, genero una nueva vida a estas páginas olvidadas, explorando la intersección entre la literatura y la escultura. Me interesa indagar en el libro como soporte y sus posibilidades expresivas a través de la tridimensionalidad.
Utilizo la técnica topográfica que tomo prestada de la arquitectura, generando a mano cortes curvilíneos en las hojas, haciendo emerger volúmenes, que mediante capas van recreando formas anatómicas, cercanas a las figuras femeninas grecorromanas.
Asimismo, la obra plantea una intervención bidireccional entre el objeto esculpido y la manera como el contenido de sus páginas, colores y párrafos accionan en la obra, desafiando el formato de libro clásicamente entendido, sumándose y enriqueciendo su aspecto final.
Melchor Balsera Maldonado (Badajoz, 1974) es un artista plástico con una sólida formación académica en Bellas Artes por la Facultad de Santa Isabel de Hungría, en Sevilla, y una trayectoria profesional consolidada en el ámbito de la pintura contemporánea en España. Reconocido por su estilo distintivo, ha sido galardonado con numerosos premios nacionales e internacionales, como el Primer Premio en el I Concurso Internacional de Pintura «José Gordillo» (2023) y el Primer Premio en el Certamen de Pintura y Escultura Villa de Trebujena (2022). A lo largo de su carrera, Melchor ha sido un referente en certámenes de pintura, donde su obra ha recibido menciones honoríficas y premios adquisición en diversos concursos de renombre. Su trabajo ha sido expuesto en múltiples galerías y centros culturales de toda España, incluyendo el Centro Cultural Gran Capitán en Granada, el Museo Municipal López-Villaseñor en Ciudad Real y el Museo Zabaleta-Miguel Hernández en Jaén. Además de exposiciones colectivas, su trayectoria también cuenta con exhibiciones individuales en la Begemot Art & Fashion Gallery en Barcelona y la Galería Ángel Cantero en León, entre otras. Melchor es un artista comprometido con la exploración y experimentación en su obra, que se ha convertido en parte de colecciones de entidades públicas y privadas, como el Ayuntamiento de Badajoz, la Fundación Caja Badajoz, y la Asociación Cultural Círculo Medina. Sus pinturas también figuran en colecciones internacionales en ciudades como Londres y Milán, lo que confirma el alcance global de su arte.
Mi obra se caracteriza por transformar materiales diversos como fibra de vidrio y mallas metálicas en obras que exploran las emociones y la profundidad psicológica, arraigada en un enfoque expresivo y experimental. Capturo la esencia humana que resulta tanto tangible como etérea, reflejando los matices de lo cotidiano y la vida interior de las figuras. Combino fuerza y sutileza en cada obra, aportando dimensión a lo intangible de la experiencia humana.
Eva Pintiado Rapado (Gijón, 1999), es historiadora del arte graduada por la Universidad de Oviedo en 2022, donde se especializa en la modalidad de grandes maestros del arte español.
En 2024 completó un máster en Historia, Recuperación y Gestión del Patrimonio Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid, centrando sus investigaciones en la fotografía experimental, y la renovación del panorama fotográfico en España durante los años 70 y 80. Paralelamente, se formó en curaduría de arte contemporáneo a través del curso especializado de Comisariado y organización de exposiciones de la Universidad de Burgos, fortaleciendo sus competencias en planificación y gestión de exhibiciones artísticas. Además, este 2025 inicia el máster La Fábrica, el cual le permite profundizar en su interés en la dirección de proyectos culturales y mecenazgo.
Eva combina su formación con experiencia práctica como conservadora en instituciones públicas, como el Centro de Escultura de Asturias y la Filmoteca Española, en las cuales ha llevado a cabo funciones en la conservación, catalogación y gestión de colecciones de obra gráfica, así como en la organización de exposiciones.
Además, su reciente incorporación al programa Comisarias perteneciente a la plataforma cultural Boom! Art Community le ha permitido consolidar su formación y práctica en comisariado de arte contem