Desde el pasado 18 de junio hasta el día 25 de ese mismo mes tuve la oportunidad de ejercer como jurado de uno de los festivales de fotografía más prestigiosos del panorama artístico español, el “Festival Off” de PhotoEspaña. Un honor que tuve el placer de compartir con dos destacados profesionales del ámbito de nuestra cultura, la comisaria y gestora cultural Ángeles Imaña y el periodista cultural Javier Díaz Guardiola.
Más de 30 galerías formaron parte en este 2024 del festival, más de 30 visitas concentradas en tres jornadas que fueron conformando un collage poliédrico con esas más de 30 formas diferentes de abordar el discurso artístico desde la fotografía. Como podéis imaginar fueron días agitados en el que las imágenes y las ideas se iban agolpando en las retinas y la memoria visual, y tras ello reflexión y responsabilidad.
En el veredicto, siempre colegiado, dimos como ganadores ex aequo a los proyectos de la galería El Apartamento y la galería Memoria. Ambos espacios defendían propuestas de artistas latinoamericanos, y tanto el trabajo del artista cubano Leandro Feal como el de la fotógrafa mexicana Maya Goded destacaron por sus altísimos valores de producción y por unas estéticas sobresalientes que enmarcaban discursos comprometidos y reivindicativos.
Pero dentro de lo que ha supuesto para mí, como curador de Boom!ArtCommunity, esta fiesta del arte que es PhotoEspaña, permitid que de un pequeño paso atrás para que rumiemos colectivamente sobre el concepto de “responsabilidad” dentro del mundo del arte.
He querido traerlo aquí y compartirlo con vosotros porque es algo sobre lo que conversé con mis “colegas” de jurado, y sobre lo que medito en multitud de ocasiones en el ejercicio de mi profesión, cavilando sobre como afectan las decisiones que tomamos como agentes dispositivos dentro de un sistema cerrado como es el del arte contemporáneo. Seré corporativista y os diré que no suele ser fácil tomarlas pues, de una forma micro o macro, afectan al contexto del arte en general y a la vida de los artistas en particular.
Esa punzada en la conciencia la sienten galeristas, comisarios, críticos, programadores culturales o directores artísticos de pequeñas o grandes instituciones. Un maravilloso proceso que en la mayoría de los casos suele llevarse a cabo en la íntima soledad de un escritorio.
Y he aquí que arrimo el ascua a nuestra sardina, a esa sardina grande y jugosa que es Boom!ArtCommunity. Pues si a los agentes del arte nos mueve la responsabilidad de salvaguardar la profesionalidad, la innovación y la calidad del arte del ahora, orgulloso puedo decir que esto es lo que yo he podido encontrar en ésta nuestra comunidad. Ideas maravillosas como PAAL o el Programa de Comisarias son la punta de lanza de un ecosistema que tiene que crecer desde el compromiso compartido, desde la capacidad de decisión y desde una responsabilidad coral que aporte su puñado de arena al arte iberoamericano contemporáneo.
Con esta pequeña reflexión lo que quiero es invitaros a participar y a no manteneros al margen, a ser escuchados siendo proactivos en la construcción de este sólido y emocionante edificio para que el arte latinoamericano en España que es Boom!ArtCommunity.
Íñigo Rodríguez Román